Para ese día de sombra que llegará, amor mío Como risco volcado dentro de un manantial Para ese día de espanto y pañuelos al viento Cantemos desde ahora, que la vida se va Cantemos, sí, cantemos, que al cantarle al silencio A la sorda derrota y a la impar soledad Venceremos la muerte, venceremos la nada Y a la cumbre del tiempo nuestras almas irán Cantemos, sí, cantemos, que hay un solo minuto Uno solo aguardando nuestro mundo cruzar Ese minuto trágico que hace tiempo nos ronda Con su oferta de lágrimas y mañanas sin paz ¡Te llevarán! Los ecos del viento me lo dicen Los labios del mar lloran que sí. ¡Te llevarán! Partirás, y mis ojos que tanto te nutrieron Bajarán quedamente a nutrir a la mar Podrás amarme en sueños, pero mi voz, mi risa Mis ojos con riachuelos, de ti se ocultarán Puede estrecharte el eco que ha estrechado mi nombre Pero mis labios, ¡nunca mis labios besarás! Y cuando se alce el ruido marino, entre las noches Apagadas y crueles de tu pena inmortal Mi fiel camino de algas llevará hasta tu sueño La ternura que mi alma te ha salvado del mar Amado, mis verdugos ya me han medido el paso El color de mis huellas conocen, y mi ajuar El pudor duerme nupcias eternas con la forma Hacia el alma es muy largo el camino que andar ¡Te llevarán! Para esa eternidad de llanto Cantemos desde ahora que la vida se va Para ese día de espanto y pañuelos al viento La canción de la muerte nos llegara del mar