Si te subes a mi corcel de acero, Jamás te arrepentirás; Con él vamos en busca de tu alma, Seguro la encontrará Rodeando tu mundo interior. Recordando al fin que el miedo es ficticio, Tenemos que salir de aquí Usaremos la montaña del sol, Del valle de tu imaginación A un millón de años atrás. Entrarás al fin, nos encontraremos, Tendrás otra oportunidad; Para escuchar aquella leyenda, Podrás ver al Dios de metal; Tendrás otra oportunidad. En mi corcel de acero Que habita en la voluntad Jamás te arrepentirás Yo estaré luchando por ti En un remoto país.