Pedro de Valdivia: Con cincuenta hombres armados, parecen diez Acudí al llamado y el averno nos devoró Hordas de fuego atacan Valdivia y Del Pozo: No hay tiempo para pensar Pedro de Valdivia: Un aluvión de sangre nos aplasta una vez más El fuego eclipsó su salvación Han sido cazados Hoy yo soy tu dios causando el dolor Que surca tu piel Colo Colo y Lautaro: Después de cada carga, una nueva horda atacará Caupolicán y Pedro de Valdivia: El cansancio hoy arreciará y la muerte solo apuesta Por caminos sin destino, un misterio a develar De vuelta a mi infancia y todo lo que ahí aprendí Planeando batallas en sus mentes me perdí Hoy los ancestros llaman Lautaro y Caupolicán: A usar todo nuestro poder Limpiar nuestras tierras del dolor que trajo el mar Las sombras se irán, sabrán no es fútil El canto de muerte La desolación del bosque ancestral Hoy quiere abrazarlos Bartolomé del Pozo y Pedro de Valdivia: ¡Señor, misericordia! Refúgiame en tu gloria Caupolicán y Pedro de Valdivia: El cansancio hoy arreciará y la muerte solo apuesta Por caminos sin destino, un misterio a develar Bartolomé del Pozo: Salva nuestras alamas ¡Oh Señor! Colo Colo: Nadie te escuchará Bartolomé del Pozo: Líbranos del enemigo Colo Colo: Todo es en vano Bartolomé del Pozo: No permitas que el demonio haga su voluntad Colo Colo: Que el "demonio" haga su voluntad Bartolomé del Pozo y Colo Colo: Danos valor Miserere mei, Deus, secundum magnam misericordiam tuam. Amplius lava me ab iniquitate mea: et a peccato meo munda me. (Ten piedad de mí, oh Dios, según tu gran misericordia) (Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado) Misericordia ruega por nosotros Caupolicán y Pedro de Valdivia: El cansancio hoy arreciará Y la muerte solo apuesta Por caminos sin destino Un misterio a develar Hoy la muerte solo seguirá El camino de tu sangre Que dejaste atrás al escapar Ya no existe salvación Como animales mansos están acorralados Caen, tiemblan y saben que les llegó la muerte