Ese bar fue nuestra vida Y por eso está presente En las iras y alegrías que nos mueven a vivir, Aunque ahora es diferente y ya nada es como antes Su recuerdo permanece y se merece una ovación. Ebrios de soledad Los amigos de siempre Se alejan y se pierden Para volverse a encontrar, En el mismo lugar En sublime armonía Compartiendo emociones En posición vertical. Hay un genio incomprendido, Un creador de lo sublime Y un artista del futuro que aún está por descubrir, El empírico poeta, traductor de obras completas, Que pega un salto a la Olivetti y se convierte en ganador. Y también van los cantantes, Con los músicos geniales A explicarse las canciones y exhibir su vanidad, Mientras otros sin fortuna venden risa y luz de luna A un roquero rey del rollo rey del rollo de imitar. El amigo derrotado Por la lucha cotidiana Va y se borra del programa pues tiene que madrugar Mientras otros más dichosos, habladores e incansables, Buscan otro grifo abierto donde poderse enganchar. Se inaugura un nuevo día, En el bar junto al mercado, Entre frutas y pescado que perfuman la humedad Donde gente alborotada en un mosaico de miseria Entierra su borrachera con algo sólido y champán. Ebrios de soledad Los amigos de siempre Se alejan y se pierden Para volverse a encontrar, En el mismo lugar En sublime armonía Compartiendo emociones En posición vertical.