Tú eres tu propio maestro Tú eres tu propio salvador Tú eres tu propio demonio Y eres tu propio destructor La fuente de vida, alegría y saber La causa del dolor, la amargura y placer Lo que tienes, lo que olvidas Lo que quieres y a veces ostigas Eres la voz que escuchas y el cuerpo que disfrutas A quien golpeas cada vez que al otro insultas Fecundas la tierra, hablas al viento Fluyes como el agua y devoras como el fuego Eres divino, eres mugriento Masculino y femenino a su tiempo Eres luz, eres amor Eres el arte y eres su creador Eres valor y eres miedo Eres ruido aunque dentro de ti solo hay silencio Eres lo blanco, eres lo negro Eres completo por ser tu propio complemento Eres paz, eres guerra Eres hambre, abundancia y lo que queda La paciencia que arroja la arrogancia La mirada que distingue entre la maldad y la ignorancia Eres ciencia, eres fe Eres muchas religiones y creencias a la vez Eres tierno, eres cruel Eres egoísta al aflorar necesidad en tu piel Eres todo, eres nada Pero solo polvo cuando tus días se acaban. Eres maldito, eres la gloria Eres la lagrima que tus amados dan por tu memoria Esa vivencia, ese recuerdo Ese invento en tu mente que revive el momento Eres tu padre, eres tu hijo Eres quien te enseña aunque no te haga sentido Eres Tú, eres yo, eres todos y eres Dios Yo soy tú tú eres yo somos todos y somos Dios Eres Tú, eres yo, eres todos y eres Dios Yo soy tú tú eres yo somos todos y somos Dios Yo soy tú tú eres yo y al final somos nada sin unirnos Yo soy tú tú eres yo y al final somos nada sin unirnos Nada sin unirnos nada sin unirnos nada sin unirnos nada sin unirnos