El oficio de cantor Es tarea venturosa Para el sediento la copla Es el agua milagrosa Compartir con un hermano Esa cuestión misteriosa Que es nada más que la vida Aunque le llamen milonga El oficio de cantor Se aprende teniendo ganas Abriéndole al sol la puerta Y a la sombra la ventana O dándole tiempo al tiempo Para el verso, para el trigo Para la fe, la esperanza El perdón, y los amigos Ser cantor no es un oficio Es ser espía del viento Pues se canta con su voz Que es Dios, repartiendo el verbo Es andar soles y lunas Con la manzana entera Que el Señor puso en mis manos Para dársela a cualquiera Para cantar compañero Hay que perder todo el miedo