Me han regalado un diamante Y no se qué hacer con tanta luz; Abro mi mano un instante Y brilla hasta el cielo limpiando el azul Es sobre todas las cosas Mi piedra preciosa invisible en su faz Y en el envés transparente Su forma latente se vuelve real. Quién sabe por qué misterio Elige mi pecho para anidar; De qué incendiado silencio vendrá, De qué punto del mapa estelar. Me agujereó la camisa Marcándome adentro su cronicidad, Su pulsar de lejanía Con relojería de puro cristal. Ahora voy ya sin aliento Planeando en el viento Y llevándolo al mar. Voy a arrojarlo a la espuma Entre el agua y la duna y a verlo brillar. No puedo llevar conmigo Este brillo cautivo, esta piedra lunar; En mi campo oscurecido Su luz de infinito no puede durar; Y él fulgura, fulgura, Y me ciega su precioso don; Fulgura, criatura, Libre de la noche de mi corazón. A veces llega del cielo Un presente que nunca nadie previó; Pero existe uno tan bello Del que no quisiera tomar posesión. Vino su luz del vacío Y me duele ponerlo de nuevo a viajar; Este regalo tardío No puede ser mío sino del azar. Ahora voy ya sin aliento Planeando en el viento Y llevándolo al mar. Voy a arrojarlo a la espuma Entre el agua y la duna y a verlo brillar. No puedo llevar conmigo Este brillo cautivo, esta piedra lunar; En mi campo oscurecido Su luz de infinito no puede durar; Y él fulgura, fulgura, Y me ciega su precioso don; Fulgura, criatura, Libre de la noche de mi corazón.