No hay impaciencia insulsa, ¡ay! ¡un desvarío!, Naturaleza hermosa, y un limón sin filtro. Desde mis días veo un puñado de ilusiones Llega un resplandor por los rincones. Cansa esperar vergüenza, (¡ay! ¡verguenza ajena!), La clave está en buscar un universo paralelo. Y ronco, ronco nimiedades enfermizas, Los berretines de un cobarde y sus deseos. Mientras hay un lugar donde se abrazan Varias ideas locas que no descansan. Mientras en un papel que reza y sangra estribillos, Se pierden las dos verdades de este lazarillo Se tararea un manojo de buenos hijos, Mira pa' allá, andan los locos conocidos Va prendido a un pucho poco fiable. Bajos, locos, enfermos, alma constante. Mientras una señora tan misteriosa Incauta y tendenciosa, iluminadora Se baja de una bomba inteligente, Boleto hacia áreas fugaces e independientes No se discute consigo misma, Lleva a su cielo en cada casa infinita, Lleva por dentro convicciones, risas Y un corazón contento por el que brilla. Mientras hay un lugar donde se abrazan Varias ideas locas que no descansan. Mientras en un papel que reza y sangra estribillos Se pierden las dos verdades de este lazarillo. De este lazarillo que gobierna nuestros miedos, Mientras pega en las piernas con total impunidad. Hace caso a la envidia, a la duda, al desconsuelo, Al que jura no prestarse nunca más.