No hay noche que no irrumpas en mis sueños viciados de dolor. En los confines del infierno, aún, susurro tu voz. Narcótico elixir de los pueblos, miserias de estación. Guardan tu imagen los Espejos de la Revolución. Viajan palabras en el viento, recuerdos de un amor. Hoy nuestro único escarmiento es el horror. Princesa dueña del suburbio, reina del corazón. ¿Cuánto nos cuesta derribar los muros del dolor? Ella no quiere sonreír, no! Ella no quiere ser feliz, no! (No hay noche que no irrumpas en mis sueños, viciados de dolor. En los confines del infierno, aún, susurro tu voz) Narcótico elixir de los pueblos, miserias de estación. Guardan tu imagen los Espejos de la Revolución. Viajan palabras en el viento, recuerdos de un amor. Hoy nuestro único escarmiento es el horror. Princesa dueña del suburbio, reina del corazón. ¿Cuánto nos cuesta derribar los muros del dolor? Ella no quiere sonreír, no! Ella no quiere ser feliz, no! Princesa presa del pasado hoy me someto a tu legado. Y te agradezco por exisitir.