Te ha de obligar la vida,
Aunque te sientas mía;
A besar otra boca,
Soñando que soy yo.
Y alguna noche loca,
Forzada a otra entrega;
Darás lo que te queda,
Soñando que soy yo.
Lo nuestro fue tan bello,
Que el tiempo y otros lazos;
No borraran aquello,
Que entre los dos se dio.
Y seguirás perdida,
Como yo en aventuras;
Culparas a la vida,
Por lo que te ofreció.
Te morderás los labios,
Por no gritar mi nombre;
Cuando estés con el hombre,
Que crees ser tu amor.
Y tu entre ajenos brazos,
Y yo entre mil fracasos;
Jamás entenderemos jamás,
Porque se dio este error.
Porque ni tu en ajenos brazos,
Ni yo entre mil fracasos;
Jamás entenderemos,
El porque de este error.
Te ha de obligar la vida,
Aunque te sientas mía;
A besar otra boca,
Soñando que soy yo.
Y alguna noche loca,
Forzada a otra entrega;
Darás lo que te queda,
Soñando que soy yo.
Lo nuestro fue tan bello,
Que el tiempo y otros lazos;
No borraran aquello,
Que entre los dos se dio.
Y seguirás perdida,
Como yo en aventuras;
Culparas a la vida,
Por lo que te ofreció.
Te morderás los labios,
Por no gritar mi nombre;
Cuando estés con el hombre,
Que crees ser tu amor.
Ni tu entre ajenos brazos,
Ni yo entre mil fracasos;
Jamás entenderemos jamás,
Porque se dio este error.
Porque ni tu entre ajenos brazos,
Ni yo entre mil fracasos;
Jamás entenderemos,
El porque de este adios.