El bar se hacía humo y ron y espuma. La vitrola bostezaba sus últimas canciones, amanecía. Un solo de saxo me ponía triste, un blues nacía. Ella no se fue, casi se quedó, solo emigró su silueta. Dicen que anidó donde la razón deja entreabierta la puerta. El cine se hacía asientos y sombras y soledad. El proyector bostezaba sus últimos segundos, atardecía. Al cartelito de "FIN" no encontré el chiste, letras subían. Ella no se fue, casi se quedó, solo emigró su silueta. Dicen que anidó donde la razón deja entreabierta la puerta. El cuarto se hacía cama y espejo y desorden. La radio recitando sus últimos discursos, anochecía. El techo y la pintura seguían igual, me aburría. Ella no se fue, casi se quedó, solo emigró su silueta. Dicen que anidó donde la razón deja entreabierta la puerta.