Una tarde en el mes de diciembre Ignorando fatal aventura Seis varones en una barquilla Resignado salieron de Cuba Fue Santana Laredo y los otros Que en el mar se jugaban la vida En su furia la mar tempestuosa Envolviéndolos cada momento Fue Santana y le habló a sus amigos Desafiando la furia del viento Aseguren sus almas les dijo Porque yo preparado me encuentro Siete días en la roca pasaron Angustiados con el alma herida Y Laredo sintiendo la muerte Intentaba quitarse la vida No desmayé Santana le dijo Que mi Dios sus promesas no olvida Esa noche cinco almas llorando Se entregaron a Dios humilladas Y mi Cristo liberto sus vidas Sepultado en la mar sus pecados Y con sangre por siempre sus nombres En el libro quedaron grabados Solamente me resta decirles Que mi Dios es un Dios justiciero Cual momento más desesperado Aparece de pronto un pesquero Rescatado a los seis navegantes Dando gloria al Señor de los cielos