Oh, si pudiese hablar En la lengua de Canaán Te diría un poco de la gloria De un mundo mejor Oh, si pudiese hablar En la lengua de Canaán Te diría un poco de la gloria De un mundo mejor Donde noche no hay Y el Cordero es luz Donde lágrimas no hay Oh, el cielo no es como la tierra Oh no, no, no Oh, si pudiese hablar En la lengua de Canaán Te diría un poco de la gloria De un mundo mejor No me es posible describir las maravillas que vi Vi tablas de piedra en que estaban esculpidas En letras de oro los nombres de los redimidos Después de admirar la gloria del templo Salimos y Jesús nos dejó para ir la cuidad Pronto oímos su amable voz que decía Vengan pueblo mío Han salido de una gran tribulación Y han hecho mi voluntad Sufrieron por mi Vengan a la mesa que yo mismo serviré Nosotros exclamamos: Aleluya, gloria Y entramos en la ciudad Vi una mesa de plata pura De muchos kilómetros de longitud Y sin embargo nuestra vista la abarcaba toda Vi el fruto del árbol de la vida El mana, almendras, higos, granadas, uvas Y muchas otras especies de frutas Le rogué a Jesús que me permitiese comer del fruto Pero me respondió: Todavía no Debes volver de nuevo a la tierra Y referir a otros lo que se te ha revelado Entonces un ángel me transportó Suavemente a este oscuro mundo A veces me parece que no puedo ya permanecer aquí Tan lóbregas me resultan todas las cosas de la tierra Me siento tan sola, pues he visto una tierra mejor Oh, si pudiese volar Cual paloma por cielo y mar Navegar y cruzar el Jordan A un mundo mejor Donde noche no hay Y el Cordero es luz Donde lágrimas no hay Oh, el cielo no es como la tierra Oh, si pudiese hablar En la lengua de Canaán Te diría un poco de la gloria De un mundo mejor Te diría un poco de la gloria De un mundo mejor De un mundo mejor De un mundo mejor De un mundo mejor De un mundo mejor