Dándome un beso se alejó Aquella tarde A medía voz me mormuró Voy a dejarte Sentía que el mundo se venía encima de mí Ese momento Ahogando el llanto muy callado me aguanté Sufrí en silencio Y a piedra y lodo encerré mí corazón Para que no gritara Y no salíera a suplicarle por favor Que no se fuera Después de un tiempo regresó Triste y herida Mí corazón a piedra y lodo se encontró Y se fue vencida Llegó diciendo que extrañaba mí querer Y que venía a quedarse Sín responderle simplemente mormuré ¡Chinga tu madre! Y a piedra y lodo encerré mí corazón Para que no gritara Y no salíera a suplicarle por favor Que no se fuera Después de un tiempo regresó Triste y herida Mí corazón a piedra y lodo se encontró Y se fue vencida Y aunque lloró y pidió perdón por el ayer No podía perdonarle La ví a los ojos y en voz baja repetí Otra vez... ¡Chinga tu madre!