Por siempre solo muere, quien murió odiando,
Mas quien murió amando, ¡nunca morirá!
Se sumergirá en el infinito...
Nuestra democracia, dictadura tan temida,
Por el popular partido que es bien conocido
Por su interés.
¡Este pueblo generado en la desvergüenza, armado siempre!
¡Sin prepotencia! Solo alienta su ignorancia,
Y su fruto el conformismo.
¿Es que nunca cambiarán por sí mismos?
Al pyragüe debemos desterrar, el mbareté debe terminar,
Después de tantos años continuamos como tribus,
¡todo sigue como cuando estaba el Lecayá!
Hasta cuando dejaremos que tiñan tu sangre ... sus banderas,
Y luego orgullosos, hagan unas calles llenas de basura.
¡No solo aquí, en todo el mundo existe el miedo a la violencia
Y a la ignorancia de gobernantes que solo cuidan de su fortuna!
Queremos el mundo... que sufre la desgracia...
El fruto putrefacto que nos quieren dar.
Le gustan las tinieblas, ¡pero un día morirá!
¡Será que hay gente tan ciega, o peor que ciega, que no quiere ver!
¿No lo ves? ¡Conveniencia o interés!
Será que hay gente que cree todavía en aquellos
Países que se dicen DEFENSORES DE LA PAZ MUNDIAL,
¡en tanto sus cuentas de ahorros aumentan!
Luchan por la paz, pero siguen fomentando...¡armas!
Promueven las guerras,
Engañando a los jóvenes permitiéndoles manifestarse,
Convirtiéndose así en enemigos de la tierra.
¡HIPÓCRITAS!
¿Es que somos tan idiotas?
¡Es el buitre disfrazado de águila!
¡Devora a su enemigo, a ese enemigo que tal vez
Solo quiso defender sus derechos!