Lo que mata es la sed La transformación divina No es cuestión de fe Simplemente hipocresía. Envalentonado por el hedor de toda miel Quisiste saltar y te dejaste caer Disimulá, que no puede ser peor Que esquivar a la muerte con media vida. En la raíz de todo mal, hiciste un reino Un paraíso de traición y mil lamentos Disimulá, que acertaste al error Y llamaste verdad a la mentira No te hace más real ni te hace menos mal Ese latido impuesto Adoración crepuscular, el norte es el dolor Y hacia allí vamos. Un despertar en caída libre Ya no hay más tiempo que perder. No es valor sangrar por los demás Si tu inspiración es suicida No es así, sangrar por los demás Si tu inspiración es suicida Dejar de correr Y enfrentarse a uno mismo