Mercenarios de la pluma, que morieron la banquina por vueltos;
Mandatarios con fortunas, que enterraron la cultura en cemento;
Conejitas, polvo y guita, con el culo estampillado a promesas;
Divorciados, masoquistas, con dos platos siempre sobre la mesa;
Viejos verdes, esperanza, que se guardan un secreto y se rien;
Asafatas de lufthansa, que le hacen un favor a los pibes... a los pibes.
Todos vivimos solos, solos,
Solos y esperando un manguerazo,
Vivimos todos, solos, solos,
Solos y esperando un manguerazo mi amor.
Productores con la teca, que triplican cada vez que la ponen;
Defensores de la ley seca, que le tienen miedo a los catadores;
Chicas de buenas familias, esperando el carnaval de la verga;
Granaderos en cuclillas, presentandole un sabor a la lengua;
Changarines sin laburo, desmayandose de hambre en la cola;
Papanatas, plancha rulos, enredados en los cables de moda, pero en bolas...
Todos vivimos solos, solos
Solos y esperando un manguerazo.
Vivimos todos, solos, solos y esperando un manguerazo mi amor.
Trepadoras, siliconas, que retrocedieron diez casilleros;
Estudiantes con diploma, que tuvieron que cortarse los huevos;
Hippies que vieron a Sumo, y en cada conversación te lo cuentan;
Incendiados, con seguros, motochorros en zanella cincuenta;
Matrimonios por iglesia, que se sacan a pasear los domingos;
Muertos, pero con amnesia, que regresan y diciendo lo mismo...
Exactamente lo mismo...
Todos vivimos solos, solos,
Solos y esperando un manguerazo,
Vivimos todos, solos, solos y esperando un manguerazo mi amor.
¿A donde? ¿A donde? ¿A donde quedó el candombe?
¿Y a donde? ¿Y a donde? ¿A donde queda el candombe?