Quisiera decirle gracias antes que nada al primigenio vacío. A la copa misteriosa donde me derramo en vino. Al despertar del intento que ha echado a andar Esta eternidad de energia En la inmensidad del tiempo tu boca encuentre la mia. Al influjo de la luna conmocionando Al animal en mi sangre Y esta danza milenaria En que mi corazón arde. El vertigo visceral ante lo implacable Que nos espera adelante La magia de detenerse Para vivir un instante. Hay quien dice que es muy facil la vida del cantor Que anda por los caminos No sabe de los temblores Que a uno le deja el olvido. Espíritus del sonido, el silencio, el monte, La paz que se ha hecho madera, Eres madre mi guitarra por darle cura a mis penas. Aquella postal de un beso, tickets de metro Y alguna esquina del mundo Doy gracia al amor eterno por elegirme un segundo. El vertigo visceral ante lo implacable Que nos espera adelante La magia de detenerse Para vivir un instante.