En el último caso del mundo Me ha venido un dolor muy profundo Las auroras están agotadas, Por haber sido ya tan cantadas. De manera que entonces mañana El sol no llegará a mi ventana La noche será mi compañía... La veinticuatro horas del día. ¿Y qué hay de hacer? ¿Para cantar? Si va a faltar el amanecer Metáfora singular, a más no poder. Si de pronto estos tiempos cabrones Obligan a las cuatros estaciones Reducir personal de la empresa, Por motivos que aquí no interesan: Cómo el año es machista, inhumano; El invierno, el otoño, el verano Hallarían al fin la manera, De que echaran a la primavera. ¿Sin primavera? ¿Qué hago yo? ¿Quedo afuera del arte o no? Metáfora tan certera, nadie conoció. Si en esa noche eterna nombrada De la luna no quedra nada Salvo algún pedacito plateado En el verso del enamorado. Si estuviera sollozando solo, Ese que se cayó del Apolo Si ya nadie mirara la luna, Pues se fue a buscar mejor fortuna. Sin luna, adiós, cantos de amor Tormento atroz, triste rigor Metáfora para dos, No hay otra mejor Me propongo cantar con lo cierto A cerebro y corazón abierto Ya está bueno de tanta mentira Hoy se usa guitarra y no lira. Por la calle ancha, contigo voy Cómo mancha lo que pasa hoy Soy parte de una avalancha, Y cantando estoy.