Somos la sal que te cae en la herida Somos veneno, manzanas prohibidas Somos la noche, somos el día Somos ratas mordiendo la vida Somos los kilos de amonal que les hacía volar y volar Galindo el muy cerdo, y ahora palmó sin pagar por tanto dolor Somos el odio más profundo y visceral Somos el ruido que no para de sonar Somos mil presos que no dejan de luchar Somos su rabia intentando escapar Somos la ilusión antes de la bofetada Somos el veneno bajando por tu garganta Somos hijoputas, malnacidos, putos carcas Somos los colegas con los que nunca contabas Somos las nietas de las brujas que no pudisteis quemar Rituales paganos que vuestra iglesia va a hacer temblar Somos el odio más profundo y visceral Somos el ruido que no para de sonar Somos mil presos que no dejan de luchar Somos su rabia intentando escapar Somos el odio más profundo y visceral Somos el ruido que no para de sonar Somos mil presos que no dejan de luchar Somos su rabia intentando escapar