Pan de vida eterna, Don divino para el hombre, Alimento que sostiene al mundo, Don espléndido de gracia. Fruto ansiado y sublime De aquel árbol de la vida Que Adán negó con su pecado, Pero hoy Cristo nos regala. Pan de vida nueva, Sangre de la Nueva Alianza. Pan viviente que bajó del cielo, Fuente de gracia para el mundo. Tú, Cordero inmolado, En tu sangre está la vida, Memorial de tal sublime Pascua, De la Nueva Alianza. El maná en el desierto, Fue alimento para el pueblo. Hoy sustenta, nutre y reconforta A la Iglesia que camina. Pan de vida nueva, Sangre de la Nueva Alianza. Pan viviente que bajó del cielo, Fuente de gracia para el mundo. Vino de la alegría, Que enciende nuestras almas, Eres tú el fruto más sabroso De la viña de Dios Padre. De la vid al sarmiento Fluye la divina savia, Que contiene la vida trinitaria: El Amor que ama siempre. Pan de vida nueva, Sangre de la Nueva Alianza. Pan viviente que bajó del cielo, Fuente de gracia para el mundo. Amén.