Quiero una que me folle y otra que me quiera Una que me toque el pelo cuando escriba La poesía no es más mía por decirla Las mejores frases son las que se olvidan Con la autoestima sometida Le dije que me quisiera y se cortó las venas En ayunas a tu espera Tengo una flor que no riego pero no muere No sé cuánto humo Para nublar la mirada que aparto Para curar al niño muerto No soy lo que muestro Sino mi infierno por dentro Le duele, me duelo Los ojos le empaño El odio, un bulo Miseria de humanos El frío de un vaso de tubo congelado por sus labios Yo sólo me quiero ebrio No sé cuánto humo Para conciliar el sueño Perdí la fe, no el credo Yo soy el daño, el dueño de mis No sé, no sé cuánto humo Para conciliar el sueño No sé cuánto humo para conciliar el sueño Perdí la fe, no el credo Yo soy el daño, el dueño de mis miedos No sé cuánto humo para conciliar el sueño Perdí la fe, no el credo Yo soy el daño, el dueño de mis miedos Mi pasado fue la vida de otro monstruo Cuidado, que sólo está encerrado Recuerda que el trato fue hasta matarnos Pero tú ya sabes que yo ya estoy muerto Así creo lo eterno, lo firmé en el firmamento Los puntos y finales son sueños Sientes que el "Para siempre" nunca llegó O eso quieren hacer creernos No sé cuánto humo Para curar al enfermo Para nublar estos ojos de espanto Yo no soy lo que demuestro Sino el infierno por dentro Me teme, me temo A menos, lo de querernos Lo de ser uno y no ser dos Lo de no vernos Se quedó en el "No" Lo de sentirnos se quedó en "Lo siento" No sé cuánto humo Para conciliar el sueño Perdí la fe, no el credo Yo soy el daño, el dueño de mis No sé, no sé cuánto humo Para conciliar el sueño No sé cuánto humo para conciliar el sueño Perdí la fe, no el credo Yo soy el daño, el dueño de mis miedos No sé cuánto humo para conciliar el sueño Perdí la fe, no el credo Yo soy el daño, el dueño de mis miedos