Qué bien se está cuando encuentras la paz ¿Sabes, ma?, me he dado cuenta de algo La pieza que completa el puzle Todo empieza a ir mejor cuando aprendes Que la paz no puede depender de los demás y del daño que te hagan De si lo mereces o no, de lo mucho o poco que te quieran Ni de todos sus porqués De dónde estás poniendo la mano a riesgo de quemarte La paz depende de uno mismo Porque no puedes controlar ni el acto ni el latido del otro Dolerá el río que dejará su arma blanca Dolerá el aguijón de una grada zumbando a la cabeza Pero, yo estaré en paz Ma: he encontrado la pieza, la clave, la verdad Puedo vivir en paz porque he amado y vivido lo mejor que lo he sabido hacer Es decir, cada coordenada de mi piel con cada rincón de mi boca Con todo el poder de mi mente, con cada latido, con cada entraña Me imagino, no muy lejos de aquí, un mundo en el que las cosas no duelen Donde se establecen jerarquías de valores a las cosas que de verdad las tienen Y, entonces, me veo a mí misma con tres añitos bailando en el salón de casa Me reflejo en ese recuerdo que toda mi familia tiene de mí, cuando era una niña Te veo cantar a ti mi canción favorita de esa estrella que tanto brilla y Mirándote, mirándote por fin lo veo claro Llego a la conclusión, a la conclusión de premisa evidente De que cuando todo el mundo pretende que seas lo que ellos quieren Sólo queda volver al origen para recordarte del mismo por fin quién eres