Quiero componer una canción de cristal Que sea una jaula y te encierre en cautividad Una melodía que te pueda flechar Y hundir en tu cuerpo las saetas de San Sebastián Vas al centro de mi voz Tintada de azul Más certera que un adiós Sobre un ataúd La corriente de atracción Es fría y circular Como un vicio sin razón Te obliga a abandonar Al fin, te rendirás hermosa asesina Al fin, te rendirás hermosa asesina Y se curan mis heridas con olvido y morfina Y se curan mis heridas con olvido y morfina Queda establecido el contacto visual Se ahogan tus ojos en los míos, al fondo te vas Siempre me echarás de menos al despertar Solo durmiente te concedo mi corporeidad Ver tu gesto flaquear Sin fuerza motriz Ver caer tu levedad En mi arena gris Quiero ver cristalizar La misma sensación De aquel paseo en el mar Que nunca existió Al fin, te rendirás hermosa asesina Al fin, te rendirás hermosa asesina Al fin, te rendirás hermosa asesina Al fin, te rendirás hermosa asesina Y se curan mis heridas con olvido y morfina Y se curan mis heridas con olvido y morfina