Una mirada queriendo escapar Sobre una sombra de ansiedad plagada Ahí mis ojos y mis labios Anclados y rotos esperando volar. Una sonrisa vestida de nada Atrapado en mi infierno y en la imaginación Rostros secos que devuelven mi mirada En un réquiem para el dolor. Dejaron de flotar mis pies Y en mis alas blancas encontré La huida eterna en el refugio exacto Que dibujó mi libertad. Y volando dejo mis latidos En disperso andando en mis sentidos Cuando suspiro ya entre sueños De versos rotos estado quieto. Dejaron de flotar mis pies Y en mis alas blancas encontré La vida eterna y calló la soledad De estar cansado para volar.