Tomás no es más que un humilde ratón Ni menos que tú y que yo De estar cansado un día se cansó Y en verbo se transformó Su cabeza palpitó, frágil cáscara de nuez Viejo Sol luz de quinqué, vive en dos cuerpos a la vez Tomás se marchó Sin mover ni un solo pie Le vimos huir Aunque su cuerpo permanece aquí ¿Podemos ir contigo? Prometemos no alborotar nos portaremos muy bien Su alma es gas su carne de algodón Un ciego sin su bastón Es un eterno enfermo Es un portal sin niño a quien adorar El vacío rebosó la nada hirviendo en su interior Con cartulina y un punzón falsificó tu corazón Tomás construyó Una ciudad dentro de él El bufón se burló La Catedral volvió a ser un Burdel Mató al Rey de las Ratas Dieciséis cabezas rodaron y una enloqueció Tomás se marchó Ya no cree ni en lo que ve Le vimos huir La taxidermia fue su salvación No hay cielo sin un suelo Cáscaras de cuero, castillos, mundos de cartón