Cada noche al cerrar los ojos Me imagino amándote a escondidas Contemplando el brillo de un tesoro Que en mi sueño busca mis caricias Pero el día llega implacable Devolviendo una realidad Donde sé que no te puedo alcanzar Me aferro a mi soledad Es un jardín lleno de espinas Es un licor que te envenena Es la verdad hecha mentira Es el sabor de una condena Yo retengo el eco de tu risa Que me invade y llena mi cabeza Como el canto que arrastra la brisa Que atraviesa el mar de mi tristeza Ojalá pudiera contarte Que no existe comparación Que mi amor es grande como el dolor Que crece en mi corazón