Milonga Tuve un caballo picazo Como otro no he conocido; Más ligero que un chiflido, Un relámpago el potrillo. Cuantito avistaba el trillo, De ágil ni pisaba el suelo; Mentir, compadre, no quiero Pero al soltar el picazo, Más bien era un fogonazo Y si te he visto no me acuerdo. Los oscuros de Valdés Y el overo de Regules Eran matunguitos de hule Al lao de mi parejero. Cierta vez vino un pueblero Con un Ford 8 machazo: "Yo a usté lo suebro a ruedazos, Póngase y es pan comido" ¡Mas lo dejó a los bufidos, Tapao de tierra, el picazo! En otra ocasión, no miento, Le corrí al ferrocarril, Desde el pueblo Chapicuy Hasta la estación Palomas. No hubiera pensao ni en broma Fuera tan güeno de ley, Cuando crucé el Arapey Lo sofrené y enseguida Vide que estaba en Artigas Y ni noticias del tren. Llego un día un brasilero, Traia "o mais grande do mundo": Un bragao de Passo Fundo, Barbaridá de ligero. Me apostó diez mil cruceiros, Recao completo, hasta el lazo: Les ensillamos y al paso, Sin talonearlo siquiera, Aquello ni fue carrera Pa' mi caballo picazo. Ah, si viviera... Ah, si viviera garanto Y no exagero paisano, Le corro hasta a los marcianos Con sus cuetes de metal. ¡Quién sabe dónde andará! Si hay cuadreras en el Cielo, Siguro que ya San Pedro Ató carrera, cuñao, ¡y hasta Mandinga ha sonao Con su colorao de fuego! Letra y música: Aníbal Sampayo