Un resabio de gauchismo Quedó a la orilla de los fogones; Casi en cualquier parte se ven aún, Una espuela rota, un lazo ramaleado, Una lanza olvidada entre las tijeras de una quincha. Y en toda guitarra: una milonga, La más humilde, la más peona, La galponera. La llaman La galponera Y es milonga de fogón, Que lo mismo vive a monte Si le niegan el galpón. La arrastró la montonera, Cuando el llano corcoveó, Y hubo un ñudo de orientales, Lanza, trabuco y facón. Fue capataz de sargento, De comandante, el patrón, Y los peones de melicos... ¡salga de ai, si era un primor! Ande hubiera una guitarra Y algún pardo trovador, La galponera pa' tuítos, General de División. En la paz como en las guerras Apeligrando vivió, Entre guampas de franqueros Y ahorquetada a un redomón. El cariño 'e los mensuales Le hizo un sitio en el galpón Con las pilchas domingueras Y el recadito cantor. En ella mojan mis indios Los ojos de su canción, Ruda pa' los sacrificios Y curtida pa'l amor La llaman La galponera Y es milonga de fogón, Que lo mismo vive a monte Si le niegan el galpón.