Salierón de San Isidro, Procedentes de Tijuana Traívan las llantas del carro Repletas de hierba mala Eran Emilio Varela, Y Camelia, la Tejana Pasaron por San Clemente Los paró la emigración Les pidió sus documentos Les dijó: "¿De donde son?" Ella era de San Antonio, Una hembra de corazón Un hembra si quiere un hombre Por el puede dar la vida Pero hay que tener cuidado Si esa hembra se siente herida. La traición y el contrabando, Son cosas incompartidas. A Los Angeles llegarón A Hollywood se pasaron En un callejón oscuro Las cuatro llantas cambiarón Ahí entregarón la hierba, Y ahí también les pagarón Emilio dice a Camelia "Hoy te das por despedida, Con la parte que te toca, Tu puedes rezar tu vida Yo me voy para San Francisco Con la dueña de mi vida" Sonarón siete balazos, Camelia a Emilio mataba. La policía solo allo, Una pistola tirada Del dinero y de Camelia Nunca más se supo nada.