Aracely dejó a su madre en su casita cerca a Manaure A 1.200 largos kilómetros de Bogotá Hasta ese pueblo no llega el agua Los vivos callan, los muertos hablan Y desde el parto se aprende bien qué es la adversidad Todos le dicen que tiene los ojos de su padre Ella se calla porque es que nunca le conoció Dice la gente que lo mataron en una vuelta que le encargaron De esas que todos sabemos y nadie quiere contar Dicen que todos somos iguales Suena bonito pero no es la realidad Todos reímos, lloramos, somos mortales Pero el que vive con hambre viene de atrás Aracely cuando era niña soñaba con irse a Barranquilla Y graduarse como abogada en la universidad Pero una vez levantó su mano, Denunció a un caudillo muy veterano Que a la fuerza quiso meterse entre su dignidad Tuvo que huir de prisa y sin aspavientos En esta tierra se paga caro decir la verdad Aracely pasa trabajo, lejos de casa y con sueldo bajo Quedó muy lejos el sueño aquel de entrar a estudiar Dicen que todos somos iguales Suena bonito pero no es la realidad Todos reímos, lloramos, somos mortales Pero el que vive con hambre viene de atrás Dicen que todos somos iguales (dicen que todos somos iguales) Suena bonito pero no es la realidad (suena lindo pero no es así) Todos reímos, lloramos, somos mortales (todos llegamos al mismo lugar) Pero el que vive con hambre viene de atrás (viene de atrás) En la noche antes de acostarse cierra los ojos y piensa en Manaure Y en recostarse sobre el regazo de su mamá