De a ratos puedo destruirme Es tan sencillo y tan sublime Caigo de trompa a tierra firme Tan necesario para erguirse Casi que no puedo esperar para andarlo Entre puntas de rocas voy caminando Casi que no puedo esperar a plasmarlo Una hoguera especial para sofocarlo Y aquellos ratos nos describen Ciclos de vida nos persiguen Por fin pensábamos ser libres Y otra vez yo... y otra vez yo, y otra vez yo, y otra vez... Y otra vez yo... y otra vez yo, y otra vez yo, y otra vez... Casi que no puedo esperar a sangrarlo Casi que no puedo esperar a estropearlo Casi que no puedo esperar hasta ahogarlo ¡Casi que no puedo esperar! ¡Casi!