Solía equivocarme, Aprendí a ser así, Y pensaba solamente y en mi mismo, Te ofrecí un cielo sin estrellas y sin luna. Ahora se, te quise mucho, Y mucho con el corazón, Y al perderte en esta vida me di cuenta, Que hay tantas cosas que no las devora el Tiempo. YA NUNCA MAS QUISE LEER, EN ESOS LIBROS, QUE ME CONTABAN SU VERDAD. PERO APRENDÍ A VALORAR LAS SIMPLES COSAS, ESAS PEQUEÑAS COSAS QUE AHORA ME DOY CUENTA QUE ESTÁN. Como el pueblo que a entendido, De donde viene su mal, Esa sombra muy sonriente que decía, Tuviste todo y la abundancia te hizo pobre. Como esas hojas cuando cesan, En las tierras de IXLAN. Y el regalo más hermoso, nuestros hijos, Son esa fruta que alimenta, hoy mis días... YA NUNCA MAS QUISE LEER EN ESOS LIBROS, QUE ME CONTABAN SU VERDAD, PERO APRENDÍ A VALORAR ESTAS SIMPLES COSAS, SI TAN SOLO YO PUDIERA REGRESAR EL TIEMPO ATRÁS. LLÉVAME AHÍ DONDE EL RÍO ES PROFUNDO, DÓNDE EL YO SE HAGA PARTE DE TU MUNDO. ME IRE AL FRÍO DE ESA MONTAÑA, DONDE MIS PRINCIPIOS YA NO SE ENGAÑAN.