Para el amor no existen fronteras Hoy quiero contar una pequeña historia Que sucedió hace mucho tiempo en un reino sin memoria Existía una princesa de belleza sorprendente Sus padres eran los reyes más ricos del continente Y no lejos del castillo vivía un muchacho En una pequeña casa sin sala ni despacho Su madre costurera y su padre agricultor Él ocupaba el papel de ser hermano mayor Lo poco que ganaban no alcanzaba Y sus padres que eran ancianos con el tiempo se enfermaban Él debía ponerse a cargo de su casa cuanto antes Y en la guardia del palacio se ofrecían unas vacantes Él tenía buena estatura y le gustaba el ejercicio Por eso pensaba que serviría para este oficio Se enlistó, su desempeño dejó a todos muy conformes Y al cabo de unas semanas pudo estrenar su uniforme Era un lunes, un día tranquilo en el castillo Lo ascendieron a un trabajo envidiable y muy sencillo Tenía que resguardar la habitación de la princesa Lástima, tenía prohibido platicar con la realeza Pero sucedió algo que nunca antes pensó No fue él, fue la doncella quien le habló Le dijo: "Hola, sé que no puedes hablarme Pero quiero conocer al hombre que va a cuidarme" Algo nervioso se sintió, pero le respondió Le contó acerca de él, del hogar donde creció Él no tenía demasiado, pero nada le faltaba Ella lo tenía todo, pero sentía no tener nada Las fechas pasaban, y a pesar de sus diferencias La química crecía no por gustos ni por ciencia Sus largas conversaciones forjaron un fuerte lazo El destino se encargo de hacer todo paso por paso Para el amor no existen fronteras No hay nada que el amor no pueda lograr Se acercaba en el calendario "El festival de las naciones" En él siempre se reunían reyes de todas las regiones La soberanía del reino con otro tenía un problema Y era la oportunidad de darle solución al tema Muchas veces los conflictos causaban muchas matanzas Por eso el mejor camino fue pactar una alianza El otro rey también un heredero tenía Y como firma del acuerdo con su hija se casaría La princesa se enteró de la noticia aquella noche El rey le advirtió que no aceptaría ningún reproche Ella no consentía esa arbitraria decisión Pero casarse salvaría de la guerra a su nación Ella sabía que, aunque parecía un amor prohibido Los sentimientos hacia el guardia más y más habían crecido Eran dos mundos distintos que la vida había juntado Y no quería decirle adiós sin antes haber luchado Ella tenía en mente desobedecer Pues a parte del muchacho a nadie más podía querer Quería escapar de su jaula de oro Y no le importaba perder sus riquezas ni tesoros El joven al enterarse lo que ella planeaba Intentó desanimarla para que reflexionara Él era muy realista y aunque la quería Él nunca podría brindarle la vida que merecía Sintió que por su culpa ella su futuro arruinaba Pues viviendo con los reyes a ella nada le faltaba Quizás si él se alejaba ella mejor estaría Por eso renunció al trabajo la tarde del mismo día Ella al saber que se fue no lo entendía Nunca pasó por su cabeza que él se marcharía El joven que tanto amaba quizás solo le mintió Y entre llanto y desconsuelo a perderlo se resignó Para el amor no existen fronteras No hay nada que el amor no pueda lograr El chico volvió a ayudar a su padre en sus cultivos Y de la boda en el castillo se hacían los preparativos La doncella no deseaba ser obligada al compromiso Aunque su decepción de amor le dejó un corazón sumiso Faltaba tan solo un día para su celebración Y en la mañana su futuro esposo llegó Los reyes los presentaron, pues ni se conocían Los ojos de él reflejaban que también algo escondía Se notaba muy callado y con un rostro de tristeza Era algo muy similar a la actitud de la princesa El príncipe le pidió que por favor lo perdonara Pero él solo se casaría con la mujer que amaba Que no importaba qué dijeran, no se iba a dejar mandar Y la princesa tampoco se quería casar Los dos príncipes entonces enfrentaron a sus padres Y no habría ya una guerra pues nadie sería el culpable Ambos reyes aceptaron esa petición E igual la alianza se mantuvo sin ninguna condición "El festival de las naciones" terminaba Y la doncella en el muchacho cada instante pensaba La princesa no olvidaba lo que sucedió Pero una tarde la sirvienta una carta le entregó Al ver la forma de escribir supo que el joven la había enviado En ella le explicaba todo lo que había pasado Le dijo que la amaba con el corazón Y que la abandonó por una sola razón Darle una vida con lujos nunca podría Pues su única riqueza era el amor que sentía Algo tenía muy claro la princesa Su padre solo aceptaría a un hombre de la realeza Por eso junto al muchacho escapó en la madrugada Y huyeron lejos del reino a vivir su cuento de hadas Para el amor no existen fronteras No hay nada que el amor no pueda lograr Para el amor no existen fronteras No hay nada que el amor no pueda lograr