Juro que esta vez será la ultima vez en mi vida... Que yo vuelva a llorar por un amor de mentiras Esto inició con una carta, ahora terminará con otra Gota a gota el dolor subió y rebasó la copa No imaginé un final, nunca pensé perderte Al estar sin ti me di cuenta que ya no soy tan fuerte Eras mi mundo, el amor de mi vida Mi alma desde el primer instante quedó en tus ojos perdida Hoy no estás, y siento un gran vacío en el pecho No sirve odiarte, pues igual el daño ya está hecho ¿De qué sirvieron los meses, tantos planes? Cuando en menos de un minuto de mi mundo sales Nadie te dijo que te fueras, yo nunca miré esa opción De saberlo te hubiera construido una prisión Y no por tu mal, sino por mi bien Para qué más compañía, si no eres tú dime, ¿quién? Cuando de verdad se ama nunca te despides Aunque esté nublado al sol alejarse nunca le pides No soy el mismo de ayer, ya no soy el tonto aquel... Que te esperaba y en las noches te acobijaba Porque aprendí ahora a no cometer el mismo error Olvídate de mis brazos, hoy te digo adiós... Y si, quizás pasé de desconfiado Tal vez fueron las secuelas de experiencias del pasado Sufrí mucho, ya lo sabes, son historias que detesto Pero hoy no encuentro diferencias entre ese dolor y esto Si dudé, ¿por qué no quitaste las dudas? Yo no elegí sentirme mal, fueron mis reacciones crudas No decido que algo afecte, solo pasa Tú si decidiste abandonarme y esa daga aun me traspasa Mientras haya vida hay esperanza, dicen Pero al matar un sentimiento el daño no se corrige... Con querer volver, con hacerse los ciegos La solución es en presente, no cuando ya venció el ego No sé qué vaya a pasar, la verdad ya nada espero Yo te amaba, lo sabias, siempre quise ser sincero Decirle adiós a esto nunca fue un gesto de amor El "te deseo lo mejor" es un homenaje al dolor No soy el mismo de ayer, ya no soy el tonto aquel... Que te esperaba y en las noches te acobijaba Porque aprendí ahora a no cometer el mismo error Olvídate de mis brazos, hoy te digo adiós... Porque un adiós no se cura solo con arrepentimientos... Las palabras no regresan, y menos si causaron sufrimiento