La calle es un gran teatro lleno de maravillosos personajes..., Gentes que van y vienen..., Trashumantes que se quedan por un tiempo... Y nómadas que no miran atrás. Actores y actrices, malabaristas, acróbatas..., músicos y músicas... Sí, músicas, mucha música. El ritmo de las calles lo decide una jauría de pasos presurosos o la Cadencia de unos pies cansados, pero la música, La banda sonora de las calles, la deciden los artistas, Locos faranduleros que derraman su arte por Las esquinas a cambio de nada y todo, ¡qué más da! Mujeres y hombres llenos de sangre, llenos de vida y de pasiones..., Duendes o juglares de épocas remotas que aún Revolotean entre nosotros con el único propósito De hacer de la calle el mejor de los teatros; Y aunque es cierto que en un teatro habitual Se está calentito, nosotros sabemos que es en la Calle donde se fragua el imprescindible y verdadero calor.