Hombre del autobús Vas a la hora de Filipinas Me sabes humillar En la parada de los monstruos Cueces a fuego lento Tu sopa boba de tortuga La mano que me das Es sólo para cobrar Pena de conductor Es inocente negar los cargos No quieres acordarte De cuántas veces Pasas de largo No vengas porque nadie te espera ya No vengas porque nadie te espera No vengas porque nadie te espera ya No vengas porque nadie te espera No te puedes perder La colección que hay en el infierno No irás tarde jamás Es permanente Siempre está hirviendo No vengas porque nadie te espera ya No vengas porque nadie te espera No vengas porque nadie te espera ya No vengas porque nadie te espera Ni novias ni amantes Ni sordos ni enterados Ni perros ni invidentes Ni propios ni extraños Ni acróbatas ni tiesos Ni quietos ni parados Ni golfos ni estrechos Ni galos ni romanos Ni el ciudadano cani Novato o acabado Ni estrellas pasajeras Ni eternos eclipsados Ni lúcidos ni oscuros Ni sapos ni princesas Ni enfermos ni pacientes Ni el santo Job te espera ya