Veo a mi alrededor tantas sombras desapareciendo Cayendo en las tardes junto al sol El canto de las sirenas desprendió la melancolía Que llevó a naufragar al más grande entre nosotros El frío aliento se siente detrás de mi cuello Mi cuerpo hecho arena se va mezclando en la tierra Pero temer no te ayudó a entender Júrame que la campana no dejará de sonar, no dejará de sonar La cruz del cielo señala donde las almas florecen Donde algo murió, algo nuevo crece Palabras mudas escupiendo susurros Alojando la verdad entre mantos negros Que solo dejan frente a mí sus ojos muertos Sus ojos muertos, sus ojos muertos Júrame que la campana no dejará de sonar, no dejará de sonar Haré que mi último aliento la haga temblar, temblar por siempre, por siempre Dile al viajero que cuenta mi historia Mi estrella colisionó pero mis sueños se esparcieron