Malditas las mentiras que tuvimos que aguantar Malditos los fracasos que cargo sobre mi espalda Maldigo a los gobiernos que nos quieren gobernar Maldigo a sus esbirros y a su fuerza policial Maldigo tu sonrisa llena de hipocresía Maldigo tu falta de voluntad Maldigo a los niñatos que se ríen del trabajo Maldigo a todo aquel que se resigna a obedecer Admiro a las personas que te hacen sentir humano Admiro a todo aquel que no se deja corromper Admiro a los que luchan por una vida más justa Admiro al que te enseña y al que trata de aprender Muerte al imperio de la mentira Muerte al imperio de la maldad Muerte al imperio de la hipocresía Muerte al imperio del capital Malditas las cadenas que nos cuelgan y nos matan Maldito todo aquel que no trata de aflojarlas Maldito el que las hace, maldito el que las ata Maldito el que nos venda y nos pone una mordaza Muerte al imperio de la mentira Muerte al imperio de la maldad Muerte al imperio de la hipocresía Muerte al imperio del capital