Cada aguja en su pajar Y cada horca con su cuello, Abrazar la humanidad Es hundirme en el suelo. El presente, qué pereza, Es tirarme de los pelos, Qué pereza esperar que me entren ganas de esperar. Van pasando los momentos Palmo a palmo, dedo a dedo, Descubriendo cuánto pesa lo que pesa, cuánto tiempo Al presente le puede quedar aún por terminar. Quedo pronto a sus pies, Cordialmente, un saludo, Atentamente, un placer, Un eternamente suyo, Qué pereza aquí atascado en el siglo XXI, Qué pereza da ver que lo que ves es lo que hay que ver. Estallido fulminante Ay, los cartógrafos del humo, Militantes nigromantes Ya no aguanto a ninguno, Lo negué una y otra vez, Para al fin reconocer Que odio el siglo XXI y el siglo XX también. Qué pereza, Qué pereza.