Mi carro de fuego apaga todos los intentos. Y es la velocidad la intensidad. Cruza el espacio como una flecha incandescente; La aguja grande del reloj clavada en tu frente. Desafiando al tiempo, rasgando momentos, Es una eternidad la inmensidad. Se estrella contra el viento y sus llamas se despeinan. Y cada vez que lo hace: brilla, brilla. Los astros en el cielo nos marcan el camino, Ya somos como hermanos en el calor de nuestros cuerpos. Nos escoltan un trecho, se despiden a lo lejos. Contra mi voluntad, ella se va. Ahueco el pecho y la abrazo con silencio, Ignorando el deseo, mi voluntad se va, ella se va.