Un rayo dibujó un mapa en el cielo, Mientras tendido en el suelo Escucho al pasto crecer. Rompiendo cajas oscuras de sueños, El viento mece los cerros, Se abre una grieta a mis pies. Comienzo a caer, Braceando en vano, metro a metro. Las raíces juegan con mi cuerpo, Me sostienen un momento, luego me dejan caer. Una lombriz me regala su secreto; La tierra su cálido aliento, Cada vez menos puedo ver. Y en la oscuridad, descubro una gran ciudad. Cubos vacíos de piedra Y por las ventanas nadie asoma. Las napas son ríos que cuelgan, Interrumpen el silencio cataratas. Recorro las calles desiertas, Entre casas esculpidas en la piedra. Y una fuente con la forma de un rayo, Me recuerda el sonido de la hierba.