Nada de sangre fria, solo el vacío y sin dolor suficiente para llorar El tiempo no sana, aplaza lo inminente Sus nombres grabados en mi mente, recuerdos vagos Tuvimos brazos abiertos y ahora puños cerrados Soy una maquina sin motor, una poeta sin corazón Todos tienen historias que contar, pero no quiero escuchar En tiempos de rabia me sumerjo en el alcohol Saboreo la amargura de la autodestrucción Sin palabras sin colores para pintar los muros No existe una sonrisa para alegrar el rostro de este lugar