Sabe Dios que en el fondo no soy malo Y nunca he deseado la muerte a nadie Pero si la gente no se muriera Reventaría de hambre Los vivos piensan que no me importa Ganar mi pan a costa de los muertos Si supieran que detesto sepultarlos Por más que piense que nada es eterno No puedo encontrarlo natural Nunca consigo tomar la muerte como viene Si doy rienda suelta a mi pena Mis compañeros se ríen de mí, y me dicen: Viejo, algunas veces ponés cara de entierro Soy un pobre enterrador... enterrador! Adiós muerto desconocido Si desde el fondo de la tierra ves a Dios Dile el trabajo que ha costado Esta última paleteada