¿Quien no ha perdido la risa Al ritmo de cien puñales? La hora inerte vive bajo este Lento consumo, La muerte simplemente llego a casa Para quedarse, Creyendo que la vida es incendio, El progreso erupción. Corre, huye, escapa!...La mente ya no se asombra. Nos arrodillamos, empezó la celebración Todo cubierto de negro... La calma de la madrugada atormenta, Cuando el tiempo es nuestro peor enemigo. Es largo el viaje hacia el desfallecimiento. Un sueño triste se oye, escucha... La muerte triunfa con su voz extraña otra vez. Déjame apagar este infierno, Cada palabra de derrota.