No guardes esas flores de blancas mariposas Ni mires esas frases que en ellas escribí No invoques el recuerdo de cosas tan hermosas Cuando ya tu cariño comprendo que perdí No aumentes la onda pena del alma que te adora Ni avives hoy el fuego de amor de pasión Si es tu alma cual la nieve que el sol derrite y dora Si es duro cual la roca, mujer, tu corazón ♪ Si llegas por las tardes al viejo caserío No mires, te lo ruego, las matas de esa flor Ya nunca más te acerques a orillas de aquel río Donde felices fuimos, jurándonos amor Adiós, mis perfumadas y blancas mariposas Adiós, mis ilusiones, mi amor, mi porvenir Les mando mis suspiros en alas vaporosas Le dirán en secreto lo que me ven sufrir