María la O
Ernesto Lecuona
Mulata infeliz tu vida acabó,
De risa y guaracha se ha roto el bongó,
Que oías ayer temblando de amor,
Y con ilusión junto a un hombre cruel.
Tu amor ya se fue de su corazón,
Que hoy ya te aborrece porque su pasión,
Que hirió su traición hoy tan solo es,
Sed de verte al fin tendida a sus pies.
María la O ya no amas cantar,
María la O hora es de llorar
Y de recordar el tiempo feliz,
De tus besos, que fugaz ya voló.
María la O todo se acabó,
María la O tu amor ya se fue
Y jamás él volverá,
María la O sueña en morir.
Quien hubiera dicho,
Al verte reír triunfante,
Reír como reina de vida galante,
Amada de todos y más que ninguno,
Amada por mi, que te adoré con fanatismo,
Que tú no supiste comprender, ni estimar,
Quien diría que hoy...
MI amor ya se fue de este corazón,
Que hoy ya te aborrece porque su pasión,
Que hirió tu traición hoy tan solo es,
Sed de verte al fin tendida a mis pies.
¡Pobre María la O!
Tu destino tu sola lo labraste...
¿Recuerdas aquel día en que vine hacia ti
Y te brindé mi amor sincero y puro?,
Mi amor mi amor de hombre pobre, pero honrado,
Y tu veleidosa y coqueta despreciaste aquel afecto,
Pisoteaste mi amor con una carcajada sarcástica, ¡Ja, ja, ja, ja!
Mirate hoy, mirate hoy...
María la O todo se acabó,
María la O tu amor ya se fue
Y jamás él volverá,
María la O sueña en morir.