Madre quien dijo que el tiempo, te arranco de mis pupilas Si ese viento que respira, mi corazón es tu aliento Ya no duermo con el cuento, que de pequeño me hacías Pero tengo la poesía, como herencia de tus besos Madre ya no tengo a nadie que me cure el mal de ojos Ni me conceda el antojo en el capricho de la tarde La muerte fue tan cobarde que note miro a la cara Porque si ve, tu mirada, se derrumba ante tu rostro Madre quien dijo que el mundo, va a robarme tu sonrisa Ni a cambiarme la camisa con la que hiciste mis hombros Madre cuando yo te nombro se nombran todas las flores Y se juntan mil amores a velar por tu reposo Dime tu que me conoces Si me estoy equivocando Dime si estoy caminando No te guardes, un reproche Dame ese consejo sabio Anda tu que me conoces Madre tengo esta guitarra, bautizada con tu nombre Madre casi soy un hombre, y todavía me haces falta No es mi voz la que te canta, es este grito en el pecho Es este verso mal trecho que hace un nudo en mi garganta Te doy gracias por la vida, para bien o para mal Gracias por este lugar tan hermoso que me diste Y gracias porque me hiciste tan feliz cada segundo Que no hay madre en este mundo nada que apague este amor Por ti...