Muy tranquilito y muy a gustito En los pantanos de Nueva Orleáns. Vive un lagarto, que está un poco harto De que todos crean que es un caimán. Y es que aunque es guapo y un tío simpático Es un poco bajo para su edad. Y los turistas cuando pasan en barco Lo confunden con su primo el caimán. Y aunque a Bartolo, le gusta estar solo Es un lagarto que valora el relax. Muy sonriente, les enseña los dientes Saludando al turismo local. Pero que no se equivoquen de especie O si no van a pasarlo muy mal. En un visto y no visto, de un solo mordisco Dejará bien claro su malestar. ÉL ES BARTO, EL LAGARTO BARTO, EL LAGARTO. BARTO, EL LAGARTO. ¡NO ES UN CAIMÁN! Y así pasa los días, entre amigos y amigas Para todos el pantano es su hogar. Con su amigo el pez-gato, la serpiente y Don Los mapaches y el búho real. Todos muy tranquilitos y muy a gustito En los pantanos de Nueva Orleáns. Aunque Barto, el lagarto, esté ya un poco harto De que todos crean que es un caimán. Y aunque a Bartolo, le gusta estar solo Es un lagarto que valora el relax. Muy sonriente, les enseña los dientes Saludando al turismo local. Pero que no se equivoquen de especie O si no van a pasarlo muy mal. En un visto y no visto, de un solo mordisco Dejará bien claro su malestar. ÉL ES BARTO, EL LAGARTO BARTO, EL LAGARTO. BARTO, EL LAGARTO. ¡NO ES UN CAIMÁN!