La Luna quiere vestirse de sol
El árbol observa orgulloso a la flor
El sexo siente envidia del amor
El arcoíris mira al mundo y piensa que falta color
El cielo es un constante espectador
De la gloria y el pavor, la derrota y el honor
No dependo de tu nombre bailando junto a mi voz
Pues allí donde estés tú, sentiré que estoy yo
Ya no hay lugar en el cajón
Donde guardaba el silencio que un día me condenó
Bajo mi piel existe otra dimensión
Repartí mi alma en trozos, convertidos en canción
No es fácil lidiar con la decepción
Lo que ayer era placer se ha vuelto una obligación
Ando en el punto de mira de otro francotirador
En la supuesta verdad de un profeta de salón
Y aunque pueda ser ejemplo para una generación
Nunca supe responder en frente de la admiración
Pues aún sigo teniendo el miedo del gladiador
Que mientras lucha, mira de reojo al emperador
Cuando se alza el telón
Me enfrento ante el tribunal de espectador
Siempre cauto ante su resolución
Prefiero pedir consejos antes que pedir perdón
En tus ojos encontré la salvación
Por saber quitarle hierro a la presión
Viste como un pasatiempo se convertía en profesión
Y yo vi como tu boca se tornaba tentación
Y vuelvo a ser otro esclavo del despertador
Miro como duermes y te nombro salvación
Te como a besos, silencioso y sin excepción
Pues ya estoy volando antes de subirme en el avión
El precio de la ambición
Aprender a echar de menos, ser un mártir del rumor
Aunque en muchas ocasiones es una contradicción
Pues hablamos de libros sin conocer al autor
Mi mente aún está en construcción
En frente de un muro no tiene sentido un escalón
A solas, alejado de la protección
Pues si no estás cerca esta no es mi habitación
Perdido en esta situación
No beso el escudo para contentar a la afición
Los mismos pies que te acompañan en la expedición
Pueden ser las manos que encarguen tu ejecución
Ya no me queda elección
O empiezo a conocerme o acampo en el callejón
El aplauso da ventaja y sirve como conclusión
Al oído, inseguro, cuando acaba la función